El análisis de la violencia generó discrepancias entre los organismos de seguridad y Cisalva. La Policía afirmó que en los comités se evalúan datos confidenciales.
El Instituto de Univalle sostuvo que la discusión no está centrada en las identidades de los occisos.
El frío ejercicio de contar muertos por hechos violentos en la capital del Valle generó roces entre las autoridades locales en las últimas dos semanas.
A comienzos de febrero de este año, sin explicación alguna, el Instituto Cisalva de la Universidad del Valle comenzó a ser excluido de las reuniones semanales, donde se estudian los homicidios ocurridos en la ciudad.
Esos análisis se llevan a cabo desde hace trece años, a través del Comité de Epidemiología de la Violencia que fue reemplazado por el Observatorio Social del Municipio.
Pero en este 2006, cuando un investigador de Cisalva se disponía a participar de las habituales reuniones encontró que las reglas del juego eran otras, como lo confirmó la directora de Cisalva, María Isabel Gutiérrez.
Por un lado, cambió el lugar de encuentro. Después de efectuarse en la Alcaldía, ahora se realizan en la sede regional de la Fiscalía.
Además, al profesional le impidieron la entrada con el argumento de que sólo podían asistir entidades judiciales. “Nos quedamos aterrados porque creemos que la seguridad no es un problema que le compete sólo a los entes oficiales, sino a la ciudad y en ese sentido debe ser partícipe”, dijo la señora Gutiérrez, quien recalcó que el papel del Instituto es académico, libre de intereses políticos.
El comandante de la Policía Metropolitana, coronel José Roberto León Riaño, explicó que esa determinación obedeció a que “en las reuniones manejamos información confidencial sobre secuestros y homicidios, por lo cual debe haber parámetros de confiabilidad”. Además, dijo el alto oficial, que en el consejo de seguridad realizado en Buga el presidente Álvaro Uribe Vélez ordenó la creación de un nuevo comité para evaluar el comportamiento delincuencial.
Entre tanto, la directora regional de la Fiscalía, Alicia Ledesma, manifestó que “no hay discrepancias en las cifras, sólo que Cisalva no se ha acercado a nuestra mesa de trabajo”.
El secretario de Gobierno, Miguel Yusty, por su parte, sostuvo que no ha habido pretensión de sacar a Cisalva, sino que los esfuerzos están concentrados en fortalecer el Observatorio Social. El ex alcalde Rodrigo Guerrero fue muy crítico al señalar que “mientras la Policía cuenta únicamente los muertos que recoge en la calle y no incluye los que fallecen después, Medicina Legal registra los decesos sin tener en cuenta si las heridas fueron causadas en otros municipios”.
Por esto, aseveró que “es fundamental el aporte de todas las instituciones en el análisis de la criminalidad. Cisalva es experta en el manejo y clasificación de datos. Además, excluida la reserva del sumario, la información sobre los crímenes es pública”.
Al final de la tarde de ayer, las diferentes instituciones solucionaron sus diferencias y acordaron reunirse nuevamente. Metodología Hasta abril del 2005, el conteo de homicidios se hacía a mano. Actualmente, está digitalizado.
Los homicidios son clasificados como impulsivos (referente a riñas, motivos pasionales y violencia intrafamiliar).
Planeados, donde figuran las venganzas del narcotráfico y los ajustes de cuentas.
Misteriosos relacionados con las muertes por esclarecer y las producidas por balas perdidas.
Lo fundamental:
Por cada muerte violenta se trata de llevar el registro de los móviles del crimen, el tipo de arma usada, el sitio del ataque, la hora, el día y la procedencia del hecho.
http://www.elpais.com.co/historico/feb222006/MTR/B222N1.html
comentario
El Instituto de Univalle sostuvo que la discusión no está centrada en las identidades de los occisos.
El frío ejercicio de contar muertos por hechos violentos en la capital del Valle generó roces entre las autoridades locales en las últimas dos semanas.
A comienzos de febrero de este año, sin explicación alguna, el Instituto Cisalva de la Universidad del Valle comenzó a ser excluido de las reuniones semanales, donde se estudian los homicidios ocurridos en la ciudad.
Esos análisis se llevan a cabo desde hace trece años, a través del Comité de Epidemiología de la Violencia que fue reemplazado por el Observatorio Social del Municipio.
Pero en este 2006, cuando un investigador de Cisalva se disponía a participar de las habituales reuniones encontró que las reglas del juego eran otras, como lo confirmó la directora de Cisalva, María Isabel Gutiérrez.
Por un lado, cambió el lugar de encuentro. Después de efectuarse en la Alcaldía, ahora se realizan en la sede regional de la Fiscalía.
Además, al profesional le impidieron la entrada con el argumento de que sólo podían asistir entidades judiciales. “Nos quedamos aterrados porque creemos que la seguridad no es un problema que le compete sólo a los entes oficiales, sino a la ciudad y en ese sentido debe ser partícipe”, dijo la señora Gutiérrez, quien recalcó que el papel del Instituto es académico, libre de intereses políticos.
El comandante de la Policía Metropolitana, coronel José Roberto León Riaño, explicó que esa determinación obedeció a que “en las reuniones manejamos información confidencial sobre secuestros y homicidios, por lo cual debe haber parámetros de confiabilidad”. Además, dijo el alto oficial, que en el consejo de seguridad realizado en Buga el presidente Álvaro Uribe Vélez ordenó la creación de un nuevo comité para evaluar el comportamiento delincuencial.
Entre tanto, la directora regional de la Fiscalía, Alicia Ledesma, manifestó que “no hay discrepancias en las cifras, sólo que Cisalva no se ha acercado a nuestra mesa de trabajo”.
El secretario de Gobierno, Miguel Yusty, por su parte, sostuvo que no ha habido pretensión de sacar a Cisalva, sino que los esfuerzos están concentrados en fortalecer el Observatorio Social. El ex alcalde Rodrigo Guerrero fue muy crítico al señalar que “mientras la Policía cuenta únicamente los muertos que recoge en la calle y no incluye los que fallecen después, Medicina Legal registra los decesos sin tener en cuenta si las heridas fueron causadas en otros municipios”.
Por esto, aseveró que “es fundamental el aporte de todas las instituciones en el análisis de la criminalidad. Cisalva es experta en el manejo y clasificación de datos. Además, excluida la reserva del sumario, la información sobre los crímenes es pública”.
Al final de la tarde de ayer, las diferentes instituciones solucionaron sus diferencias y acordaron reunirse nuevamente. Metodología Hasta abril del 2005, el conteo de homicidios se hacía a mano. Actualmente, está digitalizado.
Los homicidios son clasificados como impulsivos (referente a riñas, motivos pasionales y violencia intrafamiliar).
Planeados, donde figuran las venganzas del narcotráfico y los ajustes de cuentas.
Misteriosos relacionados con las muertes por esclarecer y las producidas por balas perdidas.
Lo fundamental:
Por cada muerte violenta se trata de llevar el registro de los móviles del crimen, el tipo de arma usada, el sitio del ataque, la hora, el día y la procedencia del hecho.
http://www.elpais.com.co/historico/feb222006/MTR/B222N1.html
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Es injusto ver como las autoridades pueden excluir de esta forma a un instituto que esta especializado en la violencia, además considero que a toda la ciudad le debe interesar los hechos de violencia en Cali, por ende considero inapropiada la decisión de excluir a CISALVA en estas reuniones.
Este problema es un grave error cometido por las autoridades pues estos entes que se supone deberían estar completamente organizados y sin excluirse han creado un discusión por algo que les compete a todos.
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